domingo, 5 de octubre de 2014

La osadía del Jinete solitario.




Puños y coraza de hierro,
En su caballo cubierto de fuego,
Muchas hablan de su procedencia,
Del infierno ha venido Cabalgando,
Un jinete del Apocalipsis parece,
Pero viaja solo, con la fuerza del acero,
No hay damisela que no le tema,
Acecha, acecha en busca de una boca para alimentarse,
La osadía del Jinete solitario,
Una mujer, solo una mujer, se ha dejado probar y jamás regresó,
Nadie la volvió a ver, tampoco al otro ser,
El cielo volvió a su más pura luz,
Todo ha vuelto a ser normal,
A esa Mujer la bebió entera y se la llevó donde el azufre habita,

Y aquí termina la historia de la osadía del Jinete solitario.

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