viernes, 19 de septiembre de 2014

Lila



La más pálida y suave piel entre los cabellos más enredados,
Dos diamantes verdes y muy claros,
Se llamaba Lila y amaba las flores silvestres,
Sonreía con cada brisa de verano y se alimentaba con la misma lluvia,
Coronitas de margaritas encima de su cabeza,
Racimos de uvas en sus manos,
Cantando y danzando, Lila se bañaba en pureza y belleza,
Una niña disfrazada de mujer,
Pero fue cuando en esa mirada se perdió,
En esos ojos de fuego enfermo,
Se dejó atrapar por aquel ser extraño,
Sus padres absortos, la buscaron sin cesar,
Lila Jamás regresó,
Aquella belleza y pureza se convirtieron en polvo,
Lila se mece eterna entre las flores más silvestres

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