El humo que conservo añejo de tu ya olvidado cuerpo,
Mantengo en silencio tus dulces marcas,
Aquél humo aún lo retengo en mi memoria,
Tus labios sonriendo y tus ojos ardiendo,
Tu rostro y todo el placer eran mi consuelo,
Ya no habrá más demoras,
Aquél humo para siempre se ha ido,
Siempre te recordaré sonriendo y siendo mío.

No hay comentarios:
Publicar un comentario