En otra generación

Fui joven en otra generación,

Amada y deseada en otra generación,

Luché contra guerra y odio en otra generación,

Hice el amor tantas veces en otra generación,

Fui verdaderamente libre en otra generación,

Pero decidí suicidarme siendo aún muy joven,

Mi castigo fué renacer y crecer en esta vacía y materializada generación.

A mi ritmo

No me moldeo a su manera,
Sueño lo prohibido,
Si los demás son de piedra,
Yo soy de arena,
Si los demás Prefieren violencia,
Yo prefiero Amar en guerra,
Si todos quieren lo mismo,
Yo deseo lo distinto,
Si disfrutan ver dolor,
Yo disfruto de sentir amor,
No me esconden,
No me encierran,
No me controlan,
Siento y pienso a mi ritmo,
No me van a someter,
A su cotidiano castigo.

Todo el día

Caliente noche de verano,
La ventana permanece abierta,
Te besé mientras dormías,
Parecías un ángel de piel desnuda y fría,
Solo una sabana blanca te cubría,
El silencio de la noche me hacía sentirme más viva,
Tu pelo olía a menta,
La cama a rosas frescas,
Era feliz al saber,
Que habías sido mió todo el día.

Enferma

Dulce piel de mujer reprimida,
Huecos profundos en las heridas,
Tristeza emergida,
Labios sin caricias,
No conoce el amor en vida,
Fabrica sueños de mentira,
Durmiendo desea y obtiene su medicina,
En su mundo se siente completa,
En el nuestro una enferma.

Bastardos

Somos bastardos ante hijos del fascismo,
Somos bastardos ante padres opresivos,
Somos bastardos ante madres del racismo.
Somos bastardos ante un mundo de materialismo,
Somos bastardos ante los juguetes del capitalismo,
Somos bastardos por no dejarnos manejar por el dominante egoísmo,
Somos bastardos por que seguimos luchando por lo que hacen llamar indebido,
Somos bastardos porque callaremos al que al amor lo hace sentir prohibido,
Somos bastardos porque seremos pocos pero tenemos el sueño y el deseo de hacer de este mundo un lugar más justo,
Jamás seremos modificados,
Cuando los poderosos caigan dejaremos de ser llamados bastardos…

El eterno amante

Las heridas secas,
El alma en vela,
Los viejos sentimientos que queman,
Del amor ya no quedan muestras,
Los antiguos deseos la rodean,
La vieja pasión la desorienta,
La esperanza la gobierna,
El cuerpo de aquél la acecha,
El deseo vuelve a poseerla,
Las ganas vuelven a someterla,
El eterno amante volvió otra vez a dejar su huella.

El espectador

Destino enfermizo,
Los colores del pasado,
Vigilante de un viejo retrato,
Ocupa de un vacío escenario,
Enamorado de un póster encarcelado,
Pegado a una vieja butaca,
Contemplando lentamente,
Visualizando cada detalle de aquella pantalla,
Sus ojos embelesados de tanto encanto,
Vive su deseo más prohibido,
Ser el único espectador de un eterno cine antiguo.

Acechándola

La deseaba,
Caminaba siguiéndole los pasos,
Disfrutaba con el viento solo oler su perfume,
Lo saboreaba,
Anhelando tocar sus largas y finas piernas,
Lo imaginaba,
Besarle los labios con ternura,
Lo necesitaba,
Temblándole el cuerpo,
Sus manos sudaban,
Viviendo una revolución en su interior,
Seguiría acechándola hasta que un día se decidiera verdaderamente amarla

Oscuro vacío ...

Un poco de vino para olvidar,
Los cigarrillos para ahuyentar,
Su mirada caída la ayudaba a recordar,
Bellos momentos completos de libertad,
Su sueño de ser algo a concretar,
Anhelaba en su vida triunfar,
Pero su emoción se comenzó a quebrar,
Un oscuro silencio vacío de paz,
Se hundió en sus adentros y los hizo ser inmortal,
Las pastillas eran solo para calmar,
Su oscuro vacío la hizo transformarse en brutal,
Jamás volvió a luchar,
El estancamiento siempre sería su eterno hogar…

El Miedo

Mis cigarrillos empapados de alcohol,
Su sonrisa se torna en horror,
Mi cuerpo empieza a sentir el dolor,
Rodeada de pánico no pronuncio ninguna exclamación,
Me empieza a rodear como un matón,
Sus ojos pronunciando amenazante ardor,
Quiere llevarme de nuevo a ese negro rincón,
Esto no es amor,
Quiere pudrirme el corazón,
Quiere matar todo lo que nos pasó,
Torturarme por fuera ya lo logró pero por dentro a la guerra aún no la ganó…

Amor intenso

Esos labios entregados al atardecer,
La mirada profunda de pertenecer,
Los abrazos formando un solo ser,
Su amor volvía a nacer con cada amanecer,
Su historia intensa deberá siempre encender,
Pero la muerte decidió llevárselo a él,
Ella decidió partir para el lado de su amado eternamente permanecer,
El amor eterno puede terminar en tragedia pero vive siendo belleza.

El rincón de su corazón

Las pastillas para la depresión en el rincón,
Salía a fumar llorosa por la noche al balcón,
La flor que le regalo de la espera se marchitó,
Las vacías y falsas palabras que le pronunció,
Las lágrimas son sabias cuando se trata de dolor,
Lo primero que hizo fue tirar su foto en el rincón,
La canción que le compuso la abandono en el rincón,
La flor marchitada la rompió en el rincón,
Las falsas palabras las silenció en el rincón,
Ese rincón antes estaba lleno de vida e ilusión,
Se volvió podrido y completo de dolor,
Ahora renueva ese rincón de su corazón con un nuevo amor.

Tristeza

Ella bebe veinte copas cada semana,
Cuando se marea se siente una estrella,
Esta vez creyendo que sus ojos doloridos la van a dejar dormir,
Da vueltas en la cama persiguiendo lo que quedó del aroma de él,
Vuelve a estallar en llanto,
Su camisón parece un charco,
Su habitación es su santuario,
Su cama un pañuelo,
Padece de tristeza por aquel que la dejó incompleta.

El Hombre

¿Quien era el maldito?,
¿Fue el olor del humo de un cigarrillo?
¿El cierre abierto de mi vestido?
¿Una excusa o un desafío?
¿Lastimó o mató a aquellos protegidos?
¿Amó u odió lo que había vivido?
¿Fue su consuelo haberme conocido?
¿Lamentó que su amor manifieste castigos exhibidos?
Su cuerpo daba señales de un soldado caído,
Sus labios estaban partidos,
Sus ojos adormecidos,
Sus pulmones sin un respiro,
Sus brazos eran asesinos,
Sus manos el martillo,
Sus piernas las de un herido,
Los pies daban pasos como de un mendigo,
Ya desde que había nacido le habían mutilado los más bellos sentidos,
No tenía sueños ni deseos prohibidos,
No tenía un rumbo establecido,
Ahora si se quien fue ese maldito,
Fue el hombre que a mi corazón su latir había interrumpido,
El hombre que a mi mente había aturdido,
El hombre que a mis ojos había enceguecido,
Fue ese maldito, el hombre que a mi cuerpo lo dejó dulcemente corrompido,…

Viejos Amores

Dos cafés y una pitada al cigarrillo,
Miradas encontradas,
Aquella pasión vieja y pérdida,
Los ojos lagrimosos,
La piel ya arrugada y explorada,
Las voces recordadas,
El aroma el mismo de aquel solsticio,
Se volvieron a sentir enamorados,
Recordando aquel viejo verano de amor encendido,
Cuando eran dos jóvenes con el corazón explosivo,
El nuevo encuentro marcó un antiguo y anhelado destino.