Con la frente en alto , altivas mujeres
En su completa desnudez emerejen profundos deseos
Aquellas frutas frescas
Se animan a todo coraje
El viento acaricia sus tiernos pezones y enfría sus pubis hambrientos
Valientes, el cuerpo es de cada una y la ropa es accesorio completo
Puros hombres mortales, que sangran babosos ante sus suaves pieles
No pueden ser domadas
Sólo confórmate con apreciarlas desde lejos
Aquellas frutas frescas.

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