Aquel caballero que se daba aires de
grandeza en la aristocracia rusa,
Ese hombre, un artista creyéndose libre
de todo compromiso,
Enamoró a una inocente joven, la cual
cartas de un amor puro ella le escribió,
Con aquellos aires, la rechazó creyendo hacerle bien,
Aquella joven, destruida, con su
corazón roto, como pudo, siguió adelante.
Pasaron unos años, Oneguin vuelve a
San Petersburgo y allí se la encuentra, vestida rojo sangre, y su corazón
comienza a latir como nunca antes pudo hacerlo,
Tratando de volver a conquistarla le
escribe cartas a las que ella, ya casada, las quema para olvidarlo,
Ahora Oneguin es el que sufre de
amor,
Rechazado,
¿Cómo sigue este hombre que tanto
tardó en descubrir a su ser?
El pobre Oneguin.

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