domingo, 15 de octubre de 2017

Aquel rostro.




Busca a aquel rostro
Con ojos perlados y lagrimas de cristal
El rostro
Sin sueños desconocidos 
El rostro que no miente
Que no engaña
Que no duerme
Ni sonríe ni siquiera sea solo por ti
Estatua dura con alma perdida
Son vida pero con vida.


Entre sus piernas.



 Alas de ave
Cuerpo de hombre
Ha llamado a la muerte
Le invadió el poder de hacerlo
En sus ojos de vidrio y de labios ardientes
Entre sus piernas
Espera a ese fiel espectro
Entre sus piernas
El deseo le hierve por dentro.

Como un niño.




Como un niño
Como un niño te escondes bajo los pliegues de mi vestido
Para no encontrarte
Mi perfume te absorbe lentamente y levita tus deseos más inocentes
Te conviertes en hombre
Te recibo con los labios ardiendo
Fuego,fuego
El niño contempla donde ha amanecido.